¡Qué difícil resulta ahora hablar en pasado¡ Los tiempos verbales se vuelven de pronto hostiles, abrumadores. Ya no habrá presentes con ella, ni futuros, solo tiempos pasados, repletos, eso sí, de risas, conversaciones profundas, remembranzas, proyectos, experiencias felices. La vida es la suma de las cosas que vamos construyendo y pensar en la laboriosa amistad construida con María Victoria Prieto Grandal, Marivi, atenúa un poco el dolor que supone su muerte. La quisimos mucho. Poseía una afabilidad discreta, envolvente. Su dulzura serena y franca se agradecía en cada encuentro. Su presencia alegraba siempre, como alegran la luz o la risa de un niño, simplemente porque se hacen presentes en nuestras vidas, porque sabemos que existen. La memoria será ahora nuestro alivio.
Fue además una de nuestras lectoras. Su voz transparente, cálida, seductora nos acompañó en muchos proyectos. Daba gusto escucharla, como daba gusto tratarla. La imagen que acompaña estas palabras de recuerdo y gratitud corresponde al ensayo que hicimos hace un año del recital poético que ella y Andrea, Susana, Beke, Irene, Liliana, Mireia, Leire y Graciela ofrecieron en el Centro Penitenciario Albolote-Granada.
Gracias, Paco, por tus palabras. Resulta doloroso recordar, pero al mismo tiempo es un modo de hacerla presente.
Maria Victoria fue profesora mía en la Normal y con ella descubrí y me enamoré de la poesía… con ella desgrané la obra de Machado, Miguel Hernández… ¡Qué bonito legado! Memes
Fue en el Ganivet… recordarla me llevó a mi primera escuela…
Sí, Memes, Marivi dejaba en la memoria una estela de pasión y alegría. Es necesario recordar su magisterio. Gracias.